La dieta ketogénica es una dieta realmente básica. No requiere que consumas un elemento alimenticio específico ni nada de eso. Esta dieta, de hecho, promueve una alimentación alta en grasas y baja en carbohidratos que puede sonar algo inusual al principio. Alto en grasa y bajo en carbohidratos suena como dos extremos diferentes, pero es la fórmula mágica que puede equilibrar los niveles de grasa en tu cuerpo y también ayudarte a perder peso.
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¿Pero qué significa exactamente esta dieta “ketogénica”?
Cuando subes tu consumo de grasa mientras reduces los carbohidratos en tus comidas, tu cuerpo entra a un estado llamado “ketosis”, lo cual significa que en vez de quemar glucosa, tu cuerpo quema grasas.
Esto es exactamente lo que necesitas para deshacerse de esos kilos de más.
El beneficio principal de la dieta ketogénica:
Ayuda con la pérdida de peso
Cuando nuestras comidas son ricas en carbohidratos, nuestro cuerpo libera insulina debido a los altos niveles de glucosa en la sangre. El trabajo de la insulina es decirles a las células que almacenen tanta energía como puedan. La energía primero es almacenada en forma de glicógeno y entonces es convertida en grasas. La dieta ketogénica elimina el carbohidrato de tus comidas, lo cual ayuda a prevenir que se libere insulina excesivamente en el cuerpo. Cuando los niveles de insulina en el cuerpo están bajos, este comienza a quemar las grasas mucho más rápido, eventualmente resultando en una gran pérdida de peso. Esto también podría significar que tu cuerpo continuaría quemando grasa inclusive mientas estás dormido. De esta forma, el proceso de quemado de grasa puede ocurrir 24/7. Ten en mente que el tipo de grasa que consumas mientras estés en una dieta ketogénica es extremadamente importante. Consume alimentos que sean altos en ácidos fáticos pero también que ayuden a quemar tu grasa más rápido.
A continuación podrás ver algunos de los alimentos recomendados que puedes comer mientras estés en una dieta ketogénica:
- Carne alimentada con pasto;
- Mariscos y pescados capturados en la naturaleza;
- Pollo y puerco pastorados;
- Gelatina, ghee y mantequilla;
- Grasas saturadas, monosaturadas (aceite de oliva y palta) y polisaturadas;
- Vegetales sin almidón como espinaca, brócoli, col rizada, cebollino, acelga y bok choy, champiñones y cualquier fruta;
- Bebidas como café negro y te;
- Condimentos como mayonesa, mostaza, chucrut, kombucha, pepinillos y alimentos fermentados;
- Todo tipo de condimentos y hierbas;
- Macadamia, almendras, nueces, pecaneros, semillas de calabaza, linaza, semillas de chía y productos de soja fermentada.
